martes, 22 de marzo de 2011



Los Desprecios fueron los martillos de hundimiento de la poquita luz que aun moribunda danzaba en la cintura de madera y hojas.

Las hojas se caen en copas de cristal como amantes para morir, el agüita que caía de la mirada era apresada por la esperanza, ahora caen llevándote en ellas, ya no queda casi nada, ahora la mirada no tendrá que caer.

Era la luz que pasa entre los arboles en la mañana, era mi golondrina y mi constelación atrapada para ti, pero era poquito y se muere por tus miradas de rencor?-pena?-amor?

Que quieres? no comprendo tu lenguaje mudo-hiriente-extraño-inconexo.

Las plumitas de mi golondrina caen, las estrellas ya no tintinean y llegando la noche, la luz de la luna no es suficiente para las hojitas de los arboles.

El viento ya no baila pegado a la cintura de madera.




Solo
Ya no canta.

Ya no susurra.